La repercusión del aumento de los costes está resultando extremadamente complicado. “En teoría y a simple vista, la normativa es perfecta, pero llevarla a la práctica, en muchísimas ocasiones, es prácticamente imposible.”
Cargadores e intermediarios
A la hora de señalar las causas, los cargadores no acatan la repercusión del alza de los costes al precio de los servicios de transporte que prestan las empresas de transporte y al elevado número de intermediarios que intervienen en la cadena de subcontratación sin aportar ningún valor a las operaciones de transporte.
A su juicio, los intermediarios que carecen de vehículos y también de conductores suponen un grave problema, lastran el desarrollo del sector del transporte de mercancías porque quienes lo ponen en práctica obtienen un beneficio seguro a costa del transportista efectivo, que es quien realmente realiza la operación de transporte, sufre innumerables avatares para su realización y ve cómo el precio de la prestación del servicio no viene a satisfacer los costes en los que ha incurrido para la realización del propio servicio.
Además, los intermediarios suelen incumplir por lo general los plazos de pago, prolongando el pago a proveedores por encima de los 30 días que marca la normativa vigente, incrementando así el abuso que ejercen sobre los transportistas con flota propia que realmente realizan los servicios de transporte.
Soluciones
Es necesaria una reorganización y una regulación del sector del transporte de mercancías y exigir el requisito de que quienes participen en la cadena de subcontratación dispongan de flota propia, y que el límite máximo de servicios que el flotista pueda subcontratar se limiten en proporción al número de vehículos que dispone.
En estos momentos en los que la tecnología es tan accesible para todos, las agencias de transporte ya no aportan valor alguno en la cadena de subcontratación, convirtiéndose en una carga para quienes efectivamente realizan los servicios de transporte, concluye su comunicado.
Divulgación: ITT GALICIA MADRID PARÍS